Los rituales son repetidos desde la antigüedad, y hoy en día, los realizamos casi sin reparar en ello. Un baño que preparamos con sales y esencias para purificarnos y relajarnos, un acontecimiento familiar como contraer matrimonio, o una taza de té y unas velas mientras escuchamos nuestra playlist preferida y nos adentramos en nuestros pensamientos y anhelos. Y también, admirar y mimar nuestras Gemas, en un ritual de “limpieza” en muchos sentidos.
Limpiar y cargar nuestras Gemas, es un momento ideal para desprendernos de emociones y bloqueos. De conexión y visualización con nosotros mismos, y en definitiva, una forma de acercarnos a nuestra magia interior.
Simbolizan nuestro momento personal e íntimo. Sea cual sea tu motivación, abrázala y déjate llevar…
Y ¿cómo puedo limpiar y cargar mis Gemas? son muchas las ocasiones en las que nos hacéis esta pregunta para vuestras piezas más queridas. Como decimos siempre, no existe una forma mejor o peor (aunque debemos preservar el cuidado propiamente dicho de las piedras, como comentaremos con más detalle adelante), ni un momento más óptimo.
Conectar con nuestra magia interior no entiende de una determinada hora o forma, sino de sumergirnos en el magnetismo de la Luna, en el canto de mantras, aromas y ofrendas, o en la simple visualización del proceso. Las palabras son conjuros, y nuestra mente es poderosa.
Nuestras sensaciones y sentimientos dirigen este ritual, en el que existen puntos de simbolismo y conexión que podemos aprovechar:
EL MAGNETISMO DEL PLENILUNIO- LIMPIAR NUESTRAS GEMAS SEGÚN LA LUNA
Las fases de la Luna están relacionadas con los ciclos y y no sólo ejercen su magnetismo en las mareas; tienen muchas implicaciones en nuestro cuerpo, nuestros sueños, nuestras emociones y nuestra espiritualidad. Se asocia a la fertilidad, posiblemente porque el ciclo menstrual de la mujer va paralelo al ciclo lunar, y es sabido que en determinadas culturas se refieren al periodo como “Luna”.
LUNA LLENA
La Luna llena es la culminación en cuanto a carga energética.
En particular, la Luna llena es una fase en donde nuestros sentimientos son más intensos, tenemos mayor inspiración, intuición y un mayor avivamiento de la creatividad.
Es una fase muy propicia para avivar la fuerza, la liberación y la creación. También para nuestras Gemas, que han recibido toda la influencia y energía de nosotros y nuestro entorno.
-Limpieza y carga
En muchas culturas las personas se bañan en el mar como un ritual de limpieza, y antiguamente se usaba para “expulsar a los malos espíritus”. El agua con sal es por ello la sustancia clásica para limpiar energía.
- Prepararemos un bol o cuenco de cristal preferiblemente, con una cucharada de sal. Si tenemos agua de mar a nuestro alcance, cumple de igual forma su función.
- Sumergiremos las Gemas seleccionadas en el bol. Podemos incluir Cuarzos o Amatistas, excelentes para potenciar este paso, y también repetir o escribir mantras (palabras de poder). Visualiza, canaliza tu energía en tus propósitos mientras las sumerges.
- Las dejaremos reposar toda la noche bajo su luz.
- Tras la noche, recógelas, sécalas con cariño con un paño de algodón natural o lino, comprueba su nueva luz.
-¿Y aquellos Malas y las Gemas que no toleran el agua o la sal?
Los Malas, o Gemas como la Selenita, Calcita, Celestina, Calcopirita, Hematite, Pirita, Broncita, Azurita, Turmalina, Azabache, Charoíta, Turquesa, Malaquita, Fucsita, Aragonita, Azufre, Rosa del desierto u otros cristales que presenten composición en metales, junturas o porosidad, pueden acompañar a las demás en un cuenco de cristal o madera.
Algunas de las mencionadas, no tienen inconveniente en mojarse, sino en permanecer sumergidas durante un periodo, o por su riesgo en oxidación de no ser cuidadosamente secadas. En caso de duda, ¡mejor prevenir que curar!
Un truco que puede resultar de interés si quieres utilizar la sal como modo de limpieza, es dejarla “en seco” sin diluir en agua. Permitamos que se nutran de la luz de la Luna llena durante toda la noche.
Os invitamos a incluir una nota escrita con aquellas manifestaciones que consideremos, y aromatizar con Palo Santo antes de su exposición. Se pueden incluir Cuarzos y Amatistas para energizar de igual forma.
LUNA NUEVA
La energía de la Luna Nueva invita a la introspección, a los nuevos comienzos y proyectos, a escucharnos y al renacer.
Más orientada a la limpieza propiamente que a la carga, podemos repetir el proceso del agua y sal y completar con el acompañamiento de Cuarzo o Amatista.
LA ENERGÍA DEL SOL- CARGAR NUESTRAS GEMAS SEGÚN EL SOL
En la mitología de muchas culturas, el Sol ha sido venerado incluso como un Dios. La energía del Sol se asocia con la energización y carga de baterías de nuestras Gemas, si bien tenemos que tener ciertas precauciones:
-No hay que olvidar que las Gemas son cristales y pueden ejercer un efecto lupa.
-Muchas Gemas pierden su colorido o empalidecen con la energía del Sol, como la Amatista, Fluorita o Ágatas de colores vibrantes.
VIBRACIÓN, AIRE, MANTRAS
–Vibración: Con un cuenco de Cuarzo o tibetano, diapasones, crótalos, campana tibetana o gong. Se puede realizar introduciendo nuestros Malas o Gemas en el cuenco y haciéndolo vibrar.
–Aire: Con incienso natural, palo santo, copal, salvia, velas… ahumaremos nuestros Malas o Gemas concentrándonos en el motivo y propósito por el que elegimos ese Mala.
–Mantras: Se trata de hacer una meditación en la que nos centremos y visualizamos en la intención concreta con mantras o palabras de poder, también escribiéndolas sobre papel.
GEMAS QUE LIMPIAN OTROS CRISTALES
Son las Gemas básicas que no pueden faltar, como las Drusas de Amatista, Cuarzos Cristales, o Cornalina. También pueden situarse otras Gemas en la cavidad de Geodas de Amatista o de Cuarzo Cristal.
