El Tarot del Círculo Sagrado es una baraja de setenta y ocho naipes basados en la herencia pagana de Bretaña e Irlanda, sus ritos sagrados y las imágenes simbólicas de su tradición. La obra es una mezcla de dibujos, fotografías e imágenes generadas por ordenador.

Curiosidad: La Reina y la Sota de espadas, están confeccionadas a partir de fotografías de los mismos autores, Ana y Paul.

Características de la baraja:

Los autores eliminaron parte de la iconografía cabalística y cristiana de las tradicionales cartas de Tarot, para que esta baraja sea auténticamente pagana.
El Objetivo de esta obra, según sus autores, fue formular una baraja que no sólo se fundamentase en antiguas tradiciones, sino que tuviese relevancia inmediata para el practicante moderno, usando símbolos claves para destapar los niveles más profundos de la enseñanza pagana.

Las imágenes están destinadas a operar en una serie de niveles, y no sólo a ser empleadas para la adivinación, sino para facilitar el desarrollo personal, espiritual y para ayudar a la meditación.

El «Círculo» al que hace referencia el título, no sólo hace alusión a la Rueda del Año, sino a los círculos sagrados del paisaje y los ciclos de la vida: espiritual, material y emocional.

Las cartas ilustran paisajes y sitios sagrados de Bretaña e Irlanda, centros de energía y adoración durante miles de años, que recalcan la conexión con la tierra y sus ciclos, y el legado visible y espiritual de los ancestros.

En la tradición mágica nativa, cada planta y animal tiene un lugar (o lugares) sobre la rueda, una conexión mágica dentro de la malla de la existencia y una lección espiritual. Esto se señala fuertemente en las imágenes de la baraja, como lo hacen los arquetipos de Dioses y Diosas.

«La visión del mundo que tiene el pagano es esencialmente diferente al punto de vista materialista normalmente aceptado en la sociedad occidental. Para el pagano, todo posee espíritu, una fuerza viviente en su interior, que vibra con el pulso mismo de la tierra. Esta energía forma una telaraña de existencia, una red de poder que enlaza y da vida al cosmos: un concepto reconocido por brujas y chamanes de todo el mundo. En países sajones se le llama «La Telaraña de Wyrd» (wyrd significa algo parecido a destino). El punto de vista chamánico del mundo es el de que todo está interconectado. Cualquier vibración en la malla de la telaraña reverbera finalmente en todas partes, como ondas que se desplazan desde una piedra arrojada a un estanque. Conforme nuestro entendimiento y nuestra conciencia crecen, nos volvemos conscientes del funcionamiento de la malla, y de sus reinos más sutiles. Somos parte de la malla, podemos sintonizarnos con sus diversas energías y hacer vibrar mágicamente la malla con pleno conocimiento del resultado. El mago puede integrarse en la red y comunicarse con ella, y ejecutar la magia a través de sus fibras. El pagano reconoce esta fuerza y opera con ella, sabiendo que, puesto que esta fuerza es divina, todas las cosas que la contienen son sagradas. La Naturaleza manifestada es sagrada.»